Iniciar terapia puede sentirse como un salto al vacío. A veces llegamos con urgencia, otras desde la confusión o el cansancio emocional. Este texto habla sobre las emociones que surgen al comenzar un proceso terapéutico, los mitos que lo rodean, y el impacto que puede tener a corto, mediano y largo plazo. También ofrece herramientas sencillas para dar el primer paso, incluso cuando no sabemos por dónde empezar. Porque pedir ayuda no es un signo de debilidad, sino una forma de cuidarnos.

Hablamos sobre los micro duelos, esas pequeñas pérdidas cotidianas que muchas veces pasamos por alto: un cambio de rutina, una despedida sin conflicto, un objeto con valor emocional que dejamos atrás. Aunque parezcan insignificantes, estos duelos no resueltos se acumulan y terminan pesando más de lo que imaginamos. ¿Por qué los minimizamos? ¿Cómo darles lugar sin sentirnos exagerados? Una invitación a reconocerlos, sentirlos y soltar lo que ya no está, para vivir con más ligereza emocional.

Iniciando el proceso de transformación en una empresa en el cual hacíamos trabajos de consultoría, se presentaba una situación...