Para nadie es un secreto que en Argentina ha crecido la tasa de desempleo y aun el país se encuentra en espera de lo que traiga consigo la ley de presupuestos 2019. Al mismo tiempo que los trabajadores están buscando organizar su vida profesional con su vida personal, estos se están viendo obligados a ubicar trabajos flexibles que les permita o bien tener más de una fuente de empleo o compartir más con su núcleo familiar para cubrir así sus necesidades básicas.
Según estudios realizados por el Sistema Ampliado de Protección Argentino (SIPA) se puede confirmar que la tasa de desempleo aumentó considerablemente, refiriéndose que un total de setenta mil trabajadores fueron registrados inactivos en puestos de trabajo, cifra que disminuyó notablemente en el mes de noviembre con un total de veintidós mil trabajadores, así mismo, a septiembre último mostraron que en el sector privado hay 35.600 empleados registrados menos y 3.000 autónomos menos en un año, lo que se traduce no solo a desempleo real sino a la capacidad de contratación comparada a años anteriores.
Esto, es confirmado al mismo tiempo en el marco de encuestas a diversos sectores industriales realizada por la consutora Manpower Group, donde empleadores de cinco sectores informan que sus intenciones de contratación laboral son las más débiles que hayan tenido desde que se inició la encuesta hace 12 años.
Si a esto le sumamos que este año es electoral, que en los meses enero y febrero disminuyen las posibilidades de contratación motivado a que algunas empresas cierran sus puertas por el verano, que caen las ventas dada las tasas de despoblación vacacional y reanudan sus actividades en marzo, estas cifran van a tener un alza considerable para el primer semestre del 2019.
Por otra parte, pensamos que este año puede ser un desafío para los dueños de grandes empresas ya que lo mas seguro es que bajen las ofertas de trabajo y tengan que recurrir a la contratación de personal a distancia o freelancer para cubrir así la prestación de sus servicios.
Sin embargo, como dato positivo, y aun cuando el escenario de contratación ha presentado cierto desplome, en el último periodo estas cifras han dejado de estar "en rojo", según Encuesta de Indicadores Laborales (EIL).
Si bien es cierto las plazas de trabajo se han reducido, por la subida de los precios, la apreciación del dólar y la volatilidad, para este 2019 se espera que los empresarios puedan reinventar sus estrategias de retención de personal, donde los ajustes salariales razonables y flexibilidad en las jornadas laborales, podrían ser algunos de los recursos empleados para sobrellevar los elevados costos en función a las demandas de sus servicios para la continuidad de sus operaciones.
Considerando estas estrategias en posibilidades de adaptación para todos, ésta podría ser una oportunidad para los empresarios de reducir costos en su estructura de gastos corporativa, y además otorgarle a los empleados la posibilidad de realizar otras tareas comunes, de desarrollar otras capacidades y quizás hasta capacitarse o alistarse en cualquier carrera universitaria a fin de ampliar sus oportunidades laborales. Ahora, si bien esta estrategia podría manejar en alguna medida la situación, consideramos que el mercado nos esta llevando a una transformación en el modelo de contratación en el que estamos acostumbrados, quedando entonces pendiente por analizar la vigencia legislativa de contratación en pro y expansión de ambas partes como estimulo productivo y de desarrollo laboral.
Un ejemplo de ello es que en Argentina actualmente, algunas posiciones ya implementan, trabajos temporarios, free-lance, flexibilidad, horarios reducidos o jefes que permitan llevar tareas a su casa y enviarlas vía online (homeoffice), en los que si consultamos a los trabajadores estamos seguros que un alto porcentaje elegiría alguna de estas modalidades, por lo que su aplicación en este 2019 puede aumentar considerablemente.
En este sentido, podríamos resumir las perspectivas laborales dentro de un escenario enlentecido y de incertidumbre que dará paso a oportunidades laborales diferentes a los que comúnmente conocemos donde el marco electoral marcará definitivamente las expectativas reales.
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